El oídio es una plaga vegetal agresiva y, sobre todo, obstinada. Si los síntomas aparecen en especies de plantas susceptibles, debe actuar rápidamente para salvarlas y evitar la propagación del hongo. La forma más fácil sería sin duda utilizar agentes químicos. Sin embargo, en vista de las desventajas, este método no se recomienda particularmente. Cualquiera que sepa algo sabe que la protección de cultivos también puede ser respetuosa con el medio ambiente.

El mildiú polvoroso solo debe tratarse con productos químicos en casos excepcionales.

¿Química en el jardín de casa?

Con medios químicos, logran matar el moho con unas pocas aplicaciones. Este beneficio es probablemente la única ventaja. La lista de daños emergentes, por otro lado, es mucho más larga:

  • Los contaminantes llegan a las aguas subterráneas…
  • … corroyendo así las raíces de otras plantas
  • Se eliminan nutrientes valiosos del suelo.
  • propio riesgo para la salud en caso de contacto
  • compra cara

¿Cuándo se consideran agentes químicos?

Solo en casos excepcionales no hay forma de evitar los agentes químicos para combatir el oídio. Algunas alternativas, que encontrará a continuación, lamentablemente solo ayudan contra el oídio. Si ninguno de los remedios orgánicos funciona, como último recurso, obtenga un fungicida para detener la propagación del moho y proteger otras plantas. Sin embargo, antes de hacerlo, debe verificar cuidadosamente si realmente se trata de oídio.

Medios biológicos alternativos

Ahora se conocen numerosos agentes biológicos que han demostrado ser igual de efectivos. Los remedios caseros mencionados se pueden hacer usted mismo fácilmente, por lo que incluso ahorra dinero.

Plaguicidas biológicos

En tiendas especializadas también puedes conseguir fungicidas que no requieren ningún químico. Para elegir un buen producto, debe prestar atención a la composición. Se recomiendan extractos

  • de hinojo
  • de anís
  • de nudillos
  • de microorganismos
  • o de cultivos de ácido láctico
  • de sílice

remedios caseros

  • Socios de plantas como albahaca, perifollo. Ajo, cebollino o dedaleras
  • leche o suero de leche
  • bicarbonato de sodio
  • depredadores como las mariquitas
  • Levadura en polvo
  • Caldos de verduras a base de ajo o cola de caballo

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