La gerbera no es necesariamente fácil de cuidar y tiene sus propios requisitos en términos de ubicación y suelo. Si no está satisfecha, bajará la cabeza. Pero eso no tiene por qué ser motivo de preocupación.

¿Por qué la gerbera cuelga la cabeza?
Hay una serie de razones por las que su gerbera puede estar colgando la cabeza. Esto puede deberse, entre otras cosas, a una falta oa una atención incorrecta. Sin embargo, la explicación más simple es que el período de floración de tu gerbera está llegando a su fin. La flor primero se vuelve flácida, luego se marchita. Con buen cuidado, volverá a brotar el próximo año y florecerá de nuevo.
Otras causas son las corrientes de aire o el aire de calefacción demasiado seco si tienes la gerbera en una maceta en el alféizar de la ventana. Si esta condición persiste, entonces esto debilita la planta y las enfermedades o plagas tienen un tiempo fácil. Esto podría resultar en una infección con mildiú polvoroso.
El riego incorrecto también puede provocar cabezas colgantes en una gerbera. Le gusta un suelo bastante húmedo, pero no tolera el encharcamiento. No siempre es fácil encontrar el equilibrio adecuado aquí.
Posible causa de las cabezas colgantes:
- aire de calefacción demasiado seco
- marchitamiento incipiente de la flor
- demasiada o muy poca agua
- sequía
¿Todavía puedo guardar mi gerbera?
Siempre que su gerbera cuelgue la cabeza y no muestre otros signos de enfermedad, debería ser fácil de salvar. Evite corrientes de aire en el futuro. Si el aire está demasiado seco, considere usar un humidificador. Alternativamente, rocíe su gerbera de vez en cuando con agua tibia y baja en cal.
Corrija los errores de mantenimiento inmediatamente. Asegúrate de que el suelo esté ligeramente húmedo pero no mojado. Si el suelo está demasiado húmedo, puede reemplazarlo y puede verificar que las raíces no se pudran. También puede ser suficiente abstenerse de regar durante unos días.
consejos
Para que su gerbera tenga suficiente fuerza para una hermosa floración el próximo año, debe permitirle una hibernación, idealmente aireada y ligera, a unos 12 °C.