El enlatado de frutas, verduras y otros alimentos ha vuelto a gozar de una creciente popularidad en los últimos años. Este método de conservación permite que las ofertas especiales y la propia cosecha del jardín se procesen de forma creativa. También puede ahorrar una gran cantidad de residuos. Sin embargo, muchas cosas pueden salir mal al cocinar. En el peor de los casos, los peligrosos gérmenes del botulismo se propagan en los alimentos.

¿Qué es el botulismo?
El botulismo es una intoxicación rara pero muy grave. Lo desencadena la bacteria Clostridium botulinum, que se multiplica principalmente en alimentos ricos en proteínas y en ausencia de aire. Encuentra las condiciones óptimas para su reproducción en los alimentos enlatados.
Las esporas de la bacteria están muy extendidas y se pueden encontrar en verduras, miel o queso, por ejemplo. Solo se vuelve peligroso cuando las esporas comienzan a germinar en el vacío. Ahora producen toxina botulínica (Botox), un veneno que puede causar daño a los nervios, parálisis del cuerpo e incluso la muerte.
Sin embargo, el Instituto Robert Koch clasifica como bajo el riesgo de infectarse a partir de alimentos autoconservados. El riesgo también se puede descartar casi por completo si se trabaja correctamente.
Conservación y decapado seguros
Para evitar que se formen toxinas, los alimentos deben calentarse a más de cien grados. Por razones físicas, esto no es posible con la cocina casera convencional. Por lo tanto, asegúrese de prestar atención a los siguientes puntos:
- Trabaje muy limpiamente y esterilice los frascos con cuidado.
- Cubra las heridas ya que los gérmenes del Botox pueden entrar a través de ellas.
- Hierva las verduras ricas en proteínas, como los frijoles o los espárragos, dos veces en 48 horas.
- Mantener la temperatura de 100 grados.
- Guarde las conservas a temperatura ambiente entre sesiones de conservación.
Las hierbas y especias conservadas en aceite también presentan un riesgo de botulismo. Por lo tanto, no produzca aceites herbales en grandes cantidades y guárdelos siempre en el refrigerador. Consumir los productos con prontitud. Si quiere estar seguro, debe calentar el aceite antes de consumirlo.
prevenir el botulismo
Los alimentos comprados y envasados al vacío también pueden suponer un riesgo. La toxina Botox no tiene sabor. Por esta razón, definitivamente debe observar las siguientes reglas:
- Se han formado gases en latas abultadas, los llamados bombardeos. Deséchelos y no coma el contenido bajo ninguna circunstancia.
- Guarde los alimentos envasados al vacío a temperaturas inferiores a los ocho grados. Comprueba la temperatura de tu nevera con un termómetro.
- Si es posible, caliente los alimentos enlatados que contengan proteínas a 100 grados durante 15 minutos. Esto destruye la toxina del botox.
- No le dé miel a niños menores de un año, ya que puede contener esporas de la bacteria.
consejos
Cocinar en una olla a presión es ventajoso. Las temperaturas máximas en estos dispositivos rondan los 116 grados. Esto mata de forma fiable a Clostridium botulinum.