Con sus hojas brillantes de color verde oscuro, sus fragantes flores blancas y, con buen cuidado, muchos limones amarillos, el limonero es una planta ornamental popular de la que también se pueden cosechar frutos maduros de vez en cuando. Sin embargo, contrariamente a muchas afirmaciones, mantenerlos en el interior solo es posible con el cuidado adecuado.

Los limones necesitan mucha luz.

Uno de los principales problemas es la inmensa necesidad de luz del limonero, especialmente en invierno. Los limones provienen de los subtrópicos, donde el clima es cálido y húmedo durante todo el año y el sol siempre brilla. Si el limonero está en el apartamento, necesita una ubicación luminosa, si es posible justo al lado de una gran ventana orientada al sur. Un lugar en un invernadero soleado también es ideal. Cuando hay falta de luz, el árbol suele perder hojas o su color queda bastante pálido. Si tienes la impresión de que tu árbol no recibe suficiente luz, deberías instalar una lámpara adicional para plantas (21,99 €).

Falta de luz incluso en un apartamento luminoso.

La falta de luz es especialmente problemática en invierno, ya que, por un lado, las horas invernales de sol no pueden cubrir las necesidades de luz de la planta y, por otro lado, la poca luz se filtra adicionalmente a través de los cristales de las ventanas. Lo que nos parece claro a los humanos ya puede ser demasiado oscuro para un limonero.

El aire seco atrae plagas

Además, la humedad en el apartamento suele ser demasiado baja, lo que a su vez atrae plagas como los ácaros o las cochinillas. Puede aumentar la humedad rociando regularmente el limonero con agua y aireándolo con frecuencia. Sin embargo, asegúrese de que la planta no esté en una corriente de aire, a los limones no les gusta nada.

Vierta los limones correctamente

Cuando se trata de necesidades de agua, el limonero es una verdadera mimosa: no le gusta ni demasiada agua ni muy poca. Definitivamente debes evitar el encharcamiento, de lo contrario las raíces pueden pudrirse. Lo mejor es proceder de la siguiente manera al verter:

  • Utilice únicamente agua sin cal para regar, p. ej., agua de lluvia.
  • Si no tiene esto a mano, deje el agua del grifo durante unos días; la cal se depositará en el fondo.
  • El momento adecuado para regar ha llegado cuando el sustrato se ha secado en la superficie (¡prueba con los dedos!).
  • Ahora vierta con tanta fuerza que el agua salga por los agujeros en el fondo de la olla.
  • Revise periódicamente los posavasos y las macetas para ver si hay exceso de agua y retírela.
  • Agregue un fertilizante líquido nitrogenado al agua de riego cada dos o tres semanas.

consejos y trucos

En verano, los limones se conservan mejor en un lugar luminoso y protegido del viento en el jardín, en la terraza o en el balcón.

Categoría: