A muchas clemátides les va mejor con la cabeza al sol y los pies a la sombra. Por lo tanto, los jardineros aficionados inteligentes eligen un lugar soleado o semisombreado para cubrir las raíces con mantillo o una plantación subyacente. Descubre cómo aquí.

Proteja las raíces de una clemátide con mantillo: así es como funciona

El mantillo de corteza ha demostrado ser excelente para proteger las raíces sensibles de una clemátide y mantener la tierra húmeda por más tiempo. Esta es la corteza cortada de un pino o abeto, que al mismo tiempo suprime eficazmente las malas hierbas. Dado que este material de mantillo, por otro lado, elimina algunos de los nutrientes del suelo, proceda de la siguiente manera cuando lo use:

  • Trabaje la tierra alrededor de la clemátide recién plantada con el rastrillo (no con el rastrillo) hasta obtener una miga fina
  • Untar virutas de cuerno (32,93€) o harina de cuerno a dosis de 40-50 gramos por metro cuadrado
  • Añadir un puñado de lima de algas o harina de roca (14,13€) para estabilizar el valor del pH
  • Distribuya el mantillo de corteza en una altura de capa de 5-8 centímetros

La corteza de pino, la variante noble, es más duradera y tiene un efecto visualmente atractivo. Esta cubierta decorativa de primera calidad para las raíces de una clemátide también emana un maravilloso aroma especiado a madera fresca.

La subplantación cubre las raíces de clemátide de forma decorativa.

Para proteger las raíces de una poderosa clemátide, se consideran pequeñas plantas perennes. Es importante recordar que no a todas las clemátides les gusta un pie sombreado. Los adoradores del sol, como Clematis texensis, aceptarán como máximo una capa de mantillo para proteger las raíces. Una Clematis montana majestuosa o una Clematis vitalba imponente no suelen tener inconveniente en la siguiente plantación:

  • Ásteres (Aster linosyris)
  • Campanilla de umbela pequeña ( Campanula lactiflora )
  • geranio (geranio)
  • Tiña (Chrysogonum virginianum)
  • Gypsophila (híbrido de Gypsophila 'Rosenveil')
  • Manto de dama menor (Alchemilla erythropoda)
  • Quenelle de piedra (Calamintha nepeta)

Si no desea que las plantas perennes en flor le roben el protagonismo a una clemátide, utilice pastos delicados como sustrato. La hierba de montaña japonesa o la pluma de piedra son maravillosas para esta tarea. Para las clemátides en la jardinera grande, se recomiendan plantas perennes de cojines colgantes como subplantación, como los cojines azules pintorescos.

consejos y trucos

Arcilla expandida, (19,73€) gránulos de lava o seramis son recubrimientos económicos y sencillos para las raíces de clemátide en tinas. A diferencia del mantillo de corteza, estos materiales no eliminan ningún nutriente del sustrato y crean una apariencia ordenada y limpia.

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