Si su jardín no tiene suficiente espacio para un sauce, no tiene por qué prescindir de esta magnífica especie de árbol. Simplemente use una variedad que también sea adecuada para guardar en cubos. Originario de Japón, el sauce arlequín con el nombre botánico Salix integra te deleitará con una hermosa flor rosa. Sin embargo, debes prestar atención a una serie de cosas cuando cultives en una maceta.

Requisitos para el balde
Aunque el sauce arlequín alcanza una altura máxima de tres metros y un ancho de 75 a 150 cm, es comparativamente pequeño, pero el árbol forma un enorme cepellón. Por esta razón, debe elegir un balde con suficiente volumen.
El sustrato adecuado
Para que su sauce arlequín se desarrolle correctamente, es recomendable utilizar tierra de jardín de alta calidad. Lo mejor es enriquecer esto con una capa adicional de mantillo para proporcionar a Salix integra todos los nutrientes importantes. El árbol no tolera la sequía extrema. Por lo tanto, mantenga el sustrato constantemente húmedo.
Cortar sauce arlequín en la tina.
La poda es particularmente importante cuando se mantienen cubos. Use las tijeras con regularidad, pero en la mayoría de los casos el crecimiento se ralentizará automáticamente. Por supuesto, esto tiene un efecto particularmente ventajoso en el mantenimiento de la forma esférica. Cómo cortar el sauce arlequín en el cubo:
- elige un día sin heladas en febrero o marzo
- el cielo debe estar nublado
- acortar los brotes de cinco a diez centímetros
- Retire las ramas a fondo, especialmente en la base.
- adelgazar la corona regularmente
Hibernar el sauce arlequín en la tina
Cuando se cultiva en una maceta, la protección contra las heladas es absolutamente necesaria, en contraste con el mantenimiento al aire libre. Proteja las raíces con una capa adicional de mantillo y envuelva la tina con un saco de arpillera. Coloque su sauce arlequín en un lugar protegido. Las habitaciones cerradas son bastante inadecuadas, ya que el árbol ornamental japonés depende en cierta medida de las bajas temperaturas. Al regar, asegúrese absolutamente de que el agua no se congele y el balde se abra de golpe.