Cuando se trata de hierbas, muchos jardineros aficionados piensan en plantas mediterráneas que no requieren ningún nutriente. Sin embargo, hay hierbas de cocina populares que valoran el suministro de nutrientes. La frecuencia de fertilización también es baja para estas plantas.

Las hierbas y sus necesidades nutricionales
Las hierbas de cocina, originarias de la región mediterránea, crecen en suelo arenoso seco. Las plantas como la lavanda, el tomillo y el romero se han especializado en lugares escasos y no necesitan fertilizarse todos los años. La menta, la albahaca y el estragón se encuentran entre las especies que prosperan en condiciones más sombreadas y tienen mayores necesidades de agua. Valoran la fertilización regular.
síntomas de deficiencia
Además de los nutrientes principales, las hierbas requieren oligoelementos en bajas concentraciones. Si estos faltan en el fertilizante, se producen problemas de crecimiento. La falta de hierro se manifiesta en una decoloración amarillenta de las hojas. Las plantas en lugares parcialmente sombreados, como la menta, son propensas a la deficiencia de hierro. Si las hojas se decoloran, también se puede cuestionar una deficiencia de cobre. La albahaca o el perejil a menudo tienden a enroscar los bordes de las hojas, lo que indica una deficiencia de boro.
Consejos para fertilizar
Las hierbas se venden en un sustrato nutritivo para que luzcan frescas y crujientes. En las primeras seis a ocho semanas, las plantas no necesitan fertilización adicional. Esta medida de cuidado bien intencionada conduciría a una fertilización excesiva. Durante el cultivo posterior, el suministro de nutrientes requiere poca atención.
La regla general:
- primera aplicación de fertilizante en primavera
- Fertilice las plantas amantes de los nutrientes una o dos veces al año
- Proporcionar plantas en lugares pobres con nutrientes cada dos o tres años.
Dosis
Es mejor fertilizar más a menudo en concentraciones más bajas para evitar el exceso de oferta. Las hierbas con un alto requerimiento de nutrientes, como la verbena de limón o el cebollino, pueden recibir un poco más de fertilizante. Esto también se aplica a los suelos arenosos, donde los nutrientes se eliminan rápidamente.
El fertilizante adecuado
Hay fertilizantes especiales a base de hierbas en el mercado, que deben adaptarse a las necesidades de las plantas. El nitrógeno es esencial para un crecimiento saludable. El fósforo promueve la formación de raíces y apoya el desarrollo de flores y frutos. El potasio fortalece el tejido vegetal y lo hace más resistente.
compost
El sustrato es un fertilizante perfecto porque contiene todos los nutrientes y oligoelementos importantes. El compost es adecuado para consumidores medianos a pesados, como el perifollo, el apio de monte o el estragón. Preste atención a la calidad del compost. Debe ser de color oscuro, suelto y fresco y no desprender olores desagradables.
granos de café
Muchas hierbas agradecen la fertilización con restos del filtro de café. El café molido como fertilizante proporciona a las plantas nitrógeno, fósforo y potasio, siendo el polvo un proveedor de nutrientes bastante débil. El pH del sustrato varía con la adición de café. Por lo tanto, solo debe fertilizar hierbas que prosperen tanto en sustratos ligeramente ácidos como moderadamente alcalinos. Estas plantas incluyen algunas especies que prefieren lugares parcialmente sombreados y húmedos.