Para protegerse de los depredadores, muchas plantas producen secreciones o frutos venenosos, que no siempre son mortales, pero que pueden causar síntomas desagradables como náuseas, mareos o dolores de estómago. De esta manera, se debe disuadir a los animales y humanos de volver a comerlos. Los niños y los animales suelen probar inocentemente las bayas, que son especialmente tentadoras por su color. Por lo tanto, mantener una planta venenosa en el jardín conlleva un riesgo. Pero, ¿también tienes que preocuparte si tienes un fresno en el jardín?

toxicidad
La ceniza no es de ninguna manera venenosa. Incluso sus frutos no invitan a comerlos desde el exterior y, a menudo, cuelgan en alturas inalcanzables. Tampoco te dejes engañar por el nombre del fresno común.
¿Y qué hay de la ceniza de montaña?
Ahora, sin embargo, la ceniza de montaña se considera tóxica. En primer lugar, cabe mencionar que este árbol es de la familia de las rosáceas, mientras que el fresno es uno de los olivos. Así que no hay relación. Forma bayas rojas ardientes, que son consumidas principalmente por pájaros. Pero tampoco hay peligro para los humanos de estropear sus estómagos. Incluso puedes hervir las serbas y usarlas para hacer mermelada o jalea.
importancia para la salud
Si miras hacia el pasado, no es de extrañar que el fresno no sea venenoso. Los pueblos antiguos ya conocían las propiedades curativas de sus componentes. El fresno juega un papel importante en la medicina natural.
- Las hojas de fresno se preparan en un té diurético y laxante que también ayuda contra el reumatismo y el edema.
- Las semillas y la corteza ayudan contra la fiebre.
- el líber favorece la cicatrización de heridas
- las frutas también tienen un efecto diurético
- la ceniza contiene taninos, flavonoides, glucósidos, triterpenos, sales minerales, azúcares y vitaminas