Nadie puede estar seguro de que su espléndido abeto Nordmann no sufra una enfermedad algún día. Al igual que con nosotros los humanos, la curación solo puede promoverse con este árbol conífero después del diagnóstico correcto. Por lo tanto, una mirada cercana es esencial.

Peligroso para el abeto de Nordmann, comestible para nosotros: hongo de miel

Agujas descoloridas y pérdida de agujas

Si un abeto que alguna vez fue verde y exuberante cambia de color o incluso pierde sus agujas, todos sospecharán de inmediato que hay una enfermedad detrás de él. Pero los errores de cuidado y las condiciones de vida desfavorables son más responsables. Por ejemplo:

  • sequía en verano
  • sequía en invierno
  • deficiencia de nutrientes
  • suelo compactado

Las plagas también pueden causar diferentes decoloraciones en las agujas. Haga su investigación para que pueda tomar las medidas adecuadas.

Enfermedades fúngicas en el abeto de Nordmann.

No hay hongos especializados en este tipo de abetos. Pero el hongo de la miel no es exigente y también se propaga al abeto Nordmann. Cuando vemos sus cuerpos fructíferos, ya es demasiado tarde, porque el hongo ha estado trabajando en secreto durante mucho tiempo. El abeto debe ser limpiado y retirado del jardín para evitar que este hongo se propague a otros árboles.

El hongo de la miel suele afectar a los árboles debilitados. Aquí está la oportunidad de proteger un abeto de la infestación. Solo planta abetos jóvenes en lugares adecuados y bríndales el cuidado que necesitan.

consejos

El hongo de la miel, que es tan peligroso para los árboles, es un hongo comestible que también sabe bien. Sin embargo, solo se puede disfrutar caliente, ya que es venenoso cuando está crudo.

óxido de abeto

La roya del abeto rara vez pone en peligro un abeto Nordmann maduro y saludable; los árboles jóvenes tienen más probabilidades de sufrir. Una característica visible de esta enfermedad, aunque solo a segunda vista, son los lechos de esporas blancas en forma de alfiler en la parte inferior de las agujas. Cuando maduran, se vuelven de color amarillo a naranja.

El patógeno necesita un huésped intermedio para la hibernación, generalmente un fireweed o un fucsia. Si se encuentra el huésped intermediario y se retira del jardín, ya no se producirán nuevas infecciones. Este procedimiento es más respetuoso con el medio ambiente que el uso de un fungicida, especialmente porque la enfermedad tendría que combatirse de nuevo cada año. A la larga, el veneno no solo es dañino, sino también costoso.

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