La hiedra forma las llamadas raíces adhesivas. Con estas ventosas se anclan las plantas trepadoras a las fachadas de las casas. Si se eliminan los árboles, quedan huellas antiestéticas. Se pueden eliminar con métodos especiales que deben adaptarse al sustrato.

Los residuos de hiedra son muy persistentes y difíciles de eliminar.

Existen estos procedimientos:

  • chorro de arena: ideal para fachadas delicadas
  • limpiador de alta presión: para sustratos robustos
  • hielo seco: limpieza respetuosa con el medio ambiente y cuidadosa
  • quemador de gas: si se han descartado los riesgos de incendio
  • ácido clorhídrico: como último recurso

chorro de arena

Los residuos de raíces se pueden eliminar mediante chorros de aire comprimido que rocían arena sobre la fachada. Los chorros de arena tienen la ventaja de obtener resultados en áreas de difícil acceso. Son suaves y también son adecuados para fachadas de clinker delicadas.

limpiador de alta presión

Con este método, los restos de hiedra se sueltan y se lavan con un chorro de agua fuerte. El agua caliente o la adición de agentes de limpieza que disuelven la cal aumentan el efecto. Los residuos persistentes se pueden eliminar con una boquilla de limpieza, que se conecta al limpiador de alta presión (119,90 €). El sustrato a menudo se daña por la alta presión. Las juntas de clinker o la mampostería no pueden resistir la fuerza del chorro, lo que aumenta el daño.

hielo seco

Los gránulos de hielo seco hechos de nitrógeno congelado se rocían sobre la fachada a alta presión. Este método elimina los restos de raíces a través del contacto con las partículas de hielo frías a menos 80 grados, por lo que el subsuelo no se ve afectado. Incluso las superficies delicadas, como el clinker, se pueden limpiar con cuidado. Los pellets pasan al estado gaseoso, sin dejar residuos. Si la mampostería ya se ha dañado, los chorros a presión pueden destruir aún más el material friable.

quemador de gas

Al flamear las raíces de adhesivo, se secan para que luego se pueda quitar el residuo con un cepillo. Se debe tener cuidado al trabajar con una llama, ya que los materiales aislantes de las paredes de la casa pueden arder sin llama y prenderse fuego sin que se note por efecto del calor.

ácido clorhídrico

Las paredes y juntas enlucidas se pueden limpiar con ácido clorhídrico diluido, que se esparce por la fachada con un cepillo. Reblandece el subsuelo calcáreo y, una vez que ha hecho efecto, consigue que las raíces de la hiedra se suelten. Antes de cepillar los residuos, debe enjuagar los residuos de ácido con agua de la manguera del jardín. Tenga en cuenta que este método presenta riesgos para su salud y el medio ambiente.

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