Si se ha hecho necesario trasplantar un cerezo, debe proceder con especial cuidado. Porque para un árbol, independientemente de si es viejo o joven, trasplantar significa estrés, que puede soportar mejor cuando la vegetación está dormida.

Preparación para el trasplante
Si se va a replantar un cerezo viejo, debe recordarse que la medida solo vale la pena si aún no ha excedido su edad máxima de rendimiento y es realmente valiosa. Básicamente, el trasplante promete más éxito cuanto más pequeño y joven sea el árbol, más rápido regrese al suelo y más grande sea el cuerpo de la raíz que pueda quedar en él.
trasplante
Primero, se debe cavar un hoyo de plantación suficientemente grande en la ubicación futura. El suelo excavado se mejora agregando compost o buena tierra para macetas, lo que asegura un buen crecimiento. Si el lugar no está protegido del viento o si el árbol a trasplantar es joven, una estaca fija para árboles puede ser útil.
El suelo alrededor del cerezo a trasplantar se pincha en un círculo alrededor de 2/3 de la circunferencia de la copa. La profundidad depende de qué tan profundo esté enraizado el árbol. La bola de tierra resultante se perfora tanto que se desprende por completo. Las raíces dañadas se cortan limpiamente con tijeras afiladas y se eliminan las hojas restantes.
Para el transporte, envuelva la bola de tierra sin apretar con vellón, papel de aluminio firme o tela de saco. El cerezo se coloca cuidadosamente en el nuevo hoyo de plantación, por lo que no debe bajar más de lo que estaba antes. El suelo excavado enriquecido con compost se rellena, se pisa y se riega bien la plantación.
Qué hacer después del trasplante
Se recomienda hacer luego un disco de árbol y cubrirlo con una capa de hojas o mantillo de unos 10 cm de espesor. La corona se debe cortar severamente o afilar a más tardar en la primavera siguiente para crear un equilibrio entre las raíces y la corona.
consejos y trucos
La mejor época del año para trasplantar es a fines del otoño, antes del inicio de las heladas severas. El cerezo puede utilizar la humedad disponible del suelo en los meses de invierno y tiene tiempo suficiente para formar finas raíces y anclarse firmemente en el suelo. Finales de octubre es un buen momento; en clima helado, sin embargo, no se trasplantan.