- Las raíces de los robles
- Los robles son resistentes a las tormentas
- Tenga cuidado al trasplantar
- consejos y trucos
Los robles se encuentran entre los árboles de hoja caduca de raíces profundas. Desarrollan raíces primarias muy fuertes que penetran lo suficientemente profundo en la tierra para que puedan alcanzar el agua subterránea. Si la raíz está dañada, el árbol morirá rápidamente.

Las raíces de los robles
Tan pronto como haya germinado una bellota, el jardinero notará que se desarrollan raíces pequeñas y fuertes en el fondo de la fruta y se hunden hacia abajo. Estas son las llamadas raíces primarias. Se forman pequeños retoños de raíz a los lados de estas raíces primarias, que parecen pequeños pelos.
La raíz primaria proporciona al roble todos los nutrientes y el agua necesarios. El sistema de raíces del roble es tan fuerte que penetra incluso en capas compactadas de suelo.
Las pequeñas raíces en la parte superior alcanzan las mismas dimensiones que la copa del árbol sobre el suelo justo debajo de la superficie de la tierra.
Los robles son resistentes a las tormentas
Debido a su sistema de raíces, los robles se consideran particularmente resistentes a las tormentas, ya que las largas raíces pivotantes crecen a muchos metros de profundidad en el suelo. Esto le da al árbol un alto nivel de estabilidad.
El árbol no se arranca incluso en fuertes tormentas. En el mejor de los casos, las ramas se desprenden o el tronco se parte.
Tenga cuidado al trasplantar
Debido a su sistema de raíces, los robles solo deben trasplantarse cuando son jóvenes. Tan pronto como los árboles han alcanzado una altura de dos metros, moverlos apenas funciona.
Esto se debe a que con los robles más viejos es casi imposible sacar las largas raíces primarias del suelo sin dañarlas.
Si las raíces primarias están dobladas o incluso arrancadas, esto generalmente conduce a la muerte del árbol.
consejos y trucos
Gracias a sus largas raíces primarias, los robles también pueden obtener nutrientes y agua de capas muy profundas de la tierra. Por lo tanto, no es necesario abonar ni regar los robles más viejos del jardín.
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