Los árboles de mango suelen ser muy duraderos y fáciles de cuidar. Dado que forman raíces primarias profundas con muchas raíces laterales, necesitan una maceta suficientemente grande y profunda. Vienen de los trópicos, por lo que les gusta el calor.

El riego adecuado

Los árboles de mango no son plantas particularmente sedientas. Regar tu mango moderadamente una vez a la semana es suficiente. Es fundamental evitar el encharcamiento de agua en la maceta, de lo contrario las raíces de tu mango se pudrirán. Una vez al día, rocíe las hojas de su mango con agua tibia baja en calcio, porque le gusta la humedad alta.

Replantar el árbol de mango

Trasplantar su árbol de mango solo es necesario si la maceta es demasiado pequeña. Luego elige un contenedor más grande y una base de crecimiento profundo. Un suelo demasiado arenoso no es adecuado para árboles de mango. Una mezcla de partes iguales de tierra de jardín arcillosa y compost, por otro lado, funciona bastante bien.

Cortar el árbol de mango

El árbol de mango no necesita un topiario. Pero puede alentarlo a ramificarse podándolo temprano, lo que hará que se vea más frondoso. Las partes secas de la planta deben cortarse, al igual que los brotes individuales que son demasiado largos. Es mejor hacer esto durante los meses de invierno.

Las enfermedades del árbol de mango

Aunque el árbol de mango se considera bastante robusto, no es completamente inmune a enfermedades y plagas. Los trastornos del crecimiento a menudo se pueden remediar con una solución de sulfato de aluminio de la farmacia o droguería.

Las manchas marrones en las hojas indican quemaduras solares. Proporcione sombra, especialmente al mediodía. Los brotes negros o marchitos, por otro lado, generalmente son causados por arañas rojas. Enjuáguelos bien y asegúrese de que la humedad del aire sea lo suficientemente alta en el futuro.

Los problemas más comunes con los árboles de mango:

  • trastornos del crecimiento
  • bronceado
  • araña roja

El árbol de mango en invierno

Como regla general, un árbol de mango no necesita hibernar y continuará siendo regado y fertilizado como de costumbre. Sin embargo, si se le da un lugar fresco para hibernar, necesitará un poco menos de agua y fertilizante que en los meses más cálidos. Este es el caso, por ejemplo, cuando está al aire libre en verano y en un invernadero o jardín de invierno con calefacción moderada.

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