La lavanda francesa es una niña mediterránea amante del sol que crece de forma silvestre, especialmente en las costas españolas, principalmente en islas como Tenerife y Madeira. De todas las variedades de lavanda, la lavanda francesa tiene el período de floración más largo, que comienza alrededor de mayo/junio y dura hasta el otoño.

ubicación y tierra

Como todas las variedades de lavanda, la lavanda francesa necesita una ubicación lo más soleada posible con un suelo seco y permeable. Sin embargo, esta no debe ser alcalina bajo ninguna circunstancia, i. h Contiene cal: esto es lo que distingue a la planta, también conocida como lavanda mariposa, de otros tipos de lavanda. La lavanda francesa tolera mejor un suelo neutro a ligeramente ácido.

riego y fertilización

La lavanda francesa también debe regarse con mucha moderación, sobre todo debe evitarse el encharcamiento. Por eso, un buen drenaje en la maceta es fundamental. Si es posible, solo riegue la planta cuando la capa superior del suelo ya se haya secado. Lo mismo ocurre con la fertilización: la lavanda francesa necesita solo unos pocos nutrientes; demasiado fertilizante conduce a la pereza de la floración. Deberías ser especialmente tacaño con el nitrógeno. Si es posible, no use agua del grifo para regar.

Cortar y propagar

Los brotes más viejos de lavanda francesa se vuelven leñosos, por lo que las plantas deben podarse dos veces al año. El topiario en primavera se realiza ya en marzo si el tiempo sigue siendo cálido, con un segundo corte finalmente en julio/principios de agosto. Al cortar, puede elegir esquejes de unos 10 a 15 centímetros de largo y luego simplemente clavarlos en el suelo. Echarán raíces dentro de cuatro a seis semanas. Además, la lavanda francesa se puede propagar por medio de plomadas y semillas, a veces incluso se siembra sola.

hibernar

La lavanda francesa es solo condicionalmente resistente, pero no resistente. Por lo tanto, no debe pasar el invierno al aire libre, sino en un lugar fresco, pero libre de heladas y lo más brillante posible. Con los primeros días cálidos de marzo, la planta finalmente puede volver a salir al aire libre por horas.

consejos y trucos

La lavanda francesa nunca debe dejarse demasiado húmeda. Con el encharcamiento, las raíces se pudren y la planta se vuelve marrón. También se vuelve más susceptible al ataque de hongos y al crecimiento de moho.

IJA

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