La lavanda francesa es una planta que necesita sol y calor, por lo que debe mantenerse fresca en invierno, pero libre de heladas. Como regla general, el arbusto tolera temperaturas cercanas al punto de congelación por un corto tiempo, siempre que esté protegido en consecuencia.

Envuelva la olla con tapetes protectores

Si las temperaturas no descienden permanentemente por debajo del punto de congelación, también puede plantar una maceta de lavanda francesa en un lugar protegido: i. h sin corrientes de aire ni viento: deje un rincón en el jardín o en el balcón. A la planta le gusta un lugar en una pared cálida de la casa, que esté orientada hacia el sur tanto como sea posible. La lavanda necesita mucho sol, incluso en invierno. Siempre que la maceta esté en el exterior, deberás cubrir el sustrato con maleza y envolver el recipiente con esterillas protectoras, por ejemplo de coco. De esta manera proteges las raíces de la congelación. Sin embargo, en cuanto hace más frío, la lavanda francesa debe colocarse en un lugar fresco y luminoso dentro de la casa o en un invernadero.

consejos y trucos

Cuando las temperaturas vuelvan a subir en febrero/marzo, puedes poner la maceta afuera de nuevo por horas y acostumbrar a la planta al sol, de esta manera puede prepararse para un comienzo temprano de la floración a partir de mayo.

IJA

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