La mayoría de las personas probablemente estén familiarizadas con la lavanda principalmente como componente de bolsitas perfumadas para combatir las polillas o como la nota dominante en un perfume: la colonia creada a principios del siglo XVIII, por ejemplo, es famosa y huele intensamente a lavanda. Sin embargo, poco se sabe sobre el hecho de que la lavanda también se puede usar como especia en la cocina.

Aroma inusual para aquellos a los que les gusta experimentar.

Debido al intenso aroma floral, uno esperaría un sabor bastante dulce de la lavanda. Es todo lo contrario: la lavanda tiene un aroma ligeramente amargo similar al del romero. Si quieres experimentar con la lavanda, primero puedes intentar preparar platos clásicos con romero con lavanda. Sin embargo, la lavanda no siempre sabe igual: el sabor cambia según la variedad y si los componentes vegetales utilizados son frescos o secos.

¿Qué tipo de lavanda deberías usar?

Las variedades de Lavandula angustifolia, la verdadera lavanda, son las más adecuadas para cocinar. En comparación con la lavanda francesa, por ejemplo, es mucho más suave y también ligeramente más dulce en sabor. Mucha gente ha tenido malas experiencias con la lavanda francesa a la hora de cocinar, ya que contiene una alta proporción de saponinas y por tanto se enjabona rápidamente. Sin embargo, la lavanda francesa también se puede usar como especia en la cocina, pero debe usarla lo más fresca posible y con la mayor moderación posible. La lavanda de lana, por otro lado, se usa principalmente en postres.

¿Secado o fresco?

Tanto las hojas como las flores se pueden utilizar secas o frescas. Sin embargo, el sabor de la lavanda especiada gana en intensidad tan pronto como se seca, por lo que debe usar componentes de plantas secas incluso con más moderación que los frescos. Si es posible, use solo las hojas muy jóvenes para cocinar: cuanto más viejas son, más jabonosas se vuelven. Las flores secas se pueden utilizar como guarnición, pero también para aromatizar azúcar, sal, vinagre o aceite.

La dosis adecuada marca la diferencia

La lavanda, especialmente cuando está seca, debe usarse con mucha moderación. Su intenso aroma tiende a dominar rápidamente todo el plato. Por lo tanto, es mejor acercarse lentamente al probarlo y ver cómo sabe mejor para usted y su familia. La lavanda es una especia muy inusual que primero debe probarse en todas sus posibilidades.

consejos y trucos

El aceite esencial de lavanda también se puede utilizar para cocinar. Diluya el aceite de lavanda con, por ejemplo, aceite de oliva (unas pocas gotas son suficientes) y agréguelo tarde; de lo contrario, el aroma volátil se evaporará.

IJA

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