No todas las plantas de lavanda pueden permanecer afuera en invierno. De las 25 a 30 variedades estimadas de lavanda, solo la lavanda de montaña (Lavandula angustifolia) es resistente y puede permanecer al aire libre con la protección adecuada. Todas las demás variedades de lavanda pasan el invierno mejor en una maceta en condiciones de frío.

Proteja la lavanda al aire libre de las heladas

La lavanda resistente generalmente puede pasar el invierno afuera en el jardín sin ningún problema. Sin embargo, un requisito previo para esto es una ubicación soleada y protegida, por ejemplo, en la pared de una casa de calentamiento. Tampoco debe tener corrientes de aire, porque a la planta no le gustan nada los vientos fuertes. También puede proteger las plantas de las heladas con esteras protectoras o maleza. Cubrir también tiene el beneficio de evitar que las precipitaciones y la humedad ahoguen la lavanda amante de la sequía. Sólo una capa de nieve es una ventaja, porque protege a las plantas del frío. Por paradójico que pueda parecer, la lavanda se seca por falta de humedad, especialmente en invierno, porque en los días de helada el sol permite que la humedad que pueda haber presente se evapore más rápido de lo que la planta es capaz de absorber el agua. Si el suelo está libre de heladas, puede regar la lavanda si es necesario, pero tenga cuidado, no debe formarse encharcamiento bajo ninguna circunstancia.

Lavanda de invierno en una olla

La lavanda en maceta pasa el invierno mejor en un lugar luminoso y fresco dentro de una casa. Sin embargo, se deben evitar las habitaciones con calefacción, como la sala de estar, ya que las plantas necesitan un descanso invernal. Las temperaturas alrededor de 10 a 12 °C son ideales. En invierno, la lavanda necesita agua regular, pero poca, y no debe fertilizarse. Por último, en primavera puedes volver a sacar las plantas al aire libre por horas a partir de marzo -siempre que haga buen tiempo- y así prepararlas para la nueva temporada de crecimiento.

consejos y trucos

A diferencia de muchos otros arbustos, la lavanda no debe cortarse en otoño. Si es posible, el último corte debe realizarse a principios de agosto como muy tarde.

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