En la región mediterránea, el arbusto crece no solo en jardines, sino también en la naturaleza. Las condiciones de crecimiento que prevalecen allí también deben imitarse lo más fielmente posible en nuestras latitudes para que el cultivo de la popular hierba pueda tener éxito.

Al tomillo le encanta el calor y el sol.

El clima mediterráneo se caracteriza por largos períodos secos, mucho sol y calor. Los veranos son calurosos, mientras que los inviernos son bastante templados. Por lo tanto, el tomillo necesita un lugar soleado y protegido donde pueda estar al sol todo el día si es posible, pero bien protegido del viento y otros inconvenientes relacionados con el clima. Lo mejor es un lugar que mire al sur y tenga poca sombra. Además, no debe tirar: la planta, que necesita calor, no necesariamente tolera el viento.

El suelo debe ser magro y bien drenado.

Además de la ubicación a pleno sol, la calidad del suelo también determina el éxito o fracaso de la plantación de hierbas mediterráneas como el tomillo. Estas plantas se adaptan perfectamente a los suelos secos y pobres en nutrientes y, por lo tanto, se ven abrumadas rápidamente por un suelo demasiado rico. Un suelo suelto y bien drenado con una alta proporción de arena o grava es perfecto. El valor de pH óptimo está en el rango de neutro a básico. Los suelos pesados y arcillosos se pueden aflojar agregando arena. Los suelos ácidos, por otro lado, no son adecuados en absoluto: el tomillo, como otras plantas mediterráneas, se marchitará rápidamente aquí.

consejos y trucos

El tomillo también se siente muy cómodo en la parte superior de una espiral de hierbas. Estas espirales de hierbas permiten plantar varias hierbas medicinales y de cocina incluso en jardines muy pequeños. Configure su espiral de hierbas de tal manera que las hierbas con requisitos de luz más bien bajos estén en el área inferior y las plantas mediterráneas en el área superior.

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