Cultivar hierbas usted mismo y luego conservarlas listas para cocinar no solo es divertido, sino que también brinda variedad culinaria. El tomillo en particular se puede conservar de muchas maneras diferentes y combina bien con muchos platos, no solo con los mediterráneos.

tomillo seco

El secado es probablemente la forma más común de conservar el tomillo. Pero tenga cuidado: a diferencia de otras hierbas, el aroma del tomillo se intensifica muchas veces tan pronto como se secan las hojas. Por lo tanto, debe usar tomillo seco con más moderación que fresco. Coseche los tallos enteros de tomillo con hojas y flores, átelos en pequeños racimos y déjelos secar en un lugar cálido pero oscuro. La luz del sol solo asegura que los valiosos aceites esenciales se evaporen. Una vez que el tomillo se haya secado, simplemente arranca las hojas y desmenúzalas. Luego puede almacenar la especia en un frasco con tapa de rosca.

congelar tomillo

El tomillo también se congela bien. Para ello, arranca las hojas frescas, lávalas y luego sécalas con papel de cocina. Ahora puedes picar el tomillo a tu gusto. Para congelar, llene el tomillo picado en un recipiente adecuado, por ejemplo, un frasco pequeño con tapa, una bolsa de congelación (no muy adecuada para retirar cantidades más pequeñas después) o simplemente en una cubitera. Las hierbas se pueden almacenar fácilmente en un cubo de hielo o en un congelador.

Haz cubos de hierbas tú mismo

Los cubos de hierbas también son muy prácticos: cosecha tomillo fresco y otras hierbas aromáticas de tu elección (por ejemplo, romero, orégano, lavanda, albahaca, mejorana, apio de monte), pícalos muy finamente y mézclalos con un poco de aceite de oliva. También puede agregar ajo picado muy fino y cebolla picada. Congele esta mezcla en porciones en cubiteras pequeñas. Los cubitos de hierbas refinan muchos platos tales. B. salsas para pasta, guisos y guisos.

poner tomillo

El tomillo en escabeche no solo es práctico, sino también muy bonito a la vista, perfecto como regalo o recuerdo casero. Los líquidos como el vinagre, el aceite de oliva o la miel son adecuados para esto, pero la sal también es adecuada. Ponga unas ramitas de tomillo fresco o seco (u otras hierbas de su elección) en un recipiente de vidrio hermético y llénelo con vinagre o aceite. Deje la mezcla en infusión en un lugar fresco durante unas semanas. El aceite de hierbas o vinagre de tomillo es maravilloso para refinar platos y ensaladas o para asar.

consejos y trucos

Intente hacer sal de hierbas usted mismo. Añade tomillo y cualquier otra hierba aromática que te guste, pícalas muy finas y mézclalas con sal marina en una proporción de 7:1. Vierta la mezcla en recipientes resellables y guárdelos en un lugar fresco y seco. Por cierto, la sal de tomillo es genial para sazonar patatas fritas.

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