El romero (botánicamente Rosmarinus officinalis) puede alcanzar un tamaño considerable: en su tierra natal mediterránea, las alturas de crecimiento de alrededor de dos metros no son infrecuentes. Por esta razón, el arbusto vigoroso, pero de crecimiento bastante lento, se usa a menudo para plantar setos. En nuestro clima, es más probable que un romero alcance una altura de aproximadamente un metro, pero debido a su crecimiento continuo, necesita ser trasplantado regularmente.

Trasplantar en el jardín.
Trasplantar un romero plantado en el jardín puede ser necesario por varias razones, ya sea porque el arbusto es demasiado grande, la ubicación no es la ideal o por motivos de diseño. En principio, es posible implementar un romero, pero debes pensar bien este paso de antemano. Rosemary es bastante caprichosa e impredecible, y nunca sabes cómo reaccionará tu arbusto. En el peor de los casos, simplemente muere. Si todavía quieres arriesgarte, prueba de esta manera:
- Lo primero es lo primero: Pode el romero enérgicamente, eliminando las partes enfermas y marchitas.
- Toma una horca o un tenedor de pala.
- Utilice esta herramienta para desenterrar con cuidado el romero.
- Tenga cuidado de no dañar las raíces tanto como sea posible.
- Saca la planta.
- Ahora cava un agujero lo más profundo posible en el lugar designado.
- Si es necesario, mezcle su propia tierra de hierbas.
- Coloque el romero en el hoyo de plantación y pala en el suelo.
- Asegúrate de que no haya cavidades.
- Por último, exprime bien el romero y riégalo.
- Ahora puedes cubrir la cama con guijarros o grava.
En lugar de volver a plantar la planta en el jardín, por supuesto, puedes ponerla en una maceta.
Replantar romero
El romero se debe trasplantar a una maceta más grande aproximadamente cada dos años. La nueva maceta tiene el tamaño óptimo cuando es aproximadamente un tercio más grande que la planta.
- Mezclar el sustrato vegetal.
- Rellena la maceta nueva con una capa de guijarros o arcilla expandida (19,73€) y luego una capa de tierra.
- Recoge la olla vieja y golpéala por todas partes.
- Esto debería aflojar la tierra de las paredes de la maceta.
- Ahora tome la superficie superior en su mano y sostenga la olla boca abajo.
- Saque suavemente la planta.
- Revise las raíces en busca de daños y signos de podredumbre.
- Si es necesario, córtelos.
- Ahora coloca la planta en la maceta nueva y llénala de sustrato.
- Aquí tampoco se permiten caries.
- Presiona bien el romero y riégalo.
consejos y trucos
Al trasplantar, preste más atención a las partes marrones de la planta, las manchas blancas, las telarañas o las marcas de comida: estos son signos de una infestación de plagas.
IJA