En medio del alegre mes de mayo, las panículas de flores grandes e intensamente fragantes de la lila real (Syringa) se pueden ver en todas partes, y tientan a muchas personas a recolectarlas y hervirlas en un delicioso jarabe de lila. Pero, ¿es eso recomendable? En el siguiente artículo te diremos si las lilas son venenosas o no.

Las lilas son ligeramente tóxicas para humanos y animales.
De hecho, básicamente todas las partes de la lila, especialmente sus hojas, corteza, brotes y bayas, se consideran ligeramente venenosas. Contienen el glucósido siringina, que se encuentra principalmente en la lila (lat. Syringa vulgaris) y también causa su sabor muy amargo. Cualquiera que haya probado las flores de lila sin azúcar podrá confirmar el amargor a pesar del olor dulce; tómese esta percepción en serio, porque es una clara indicación de los componentes tóxicos de la lila. Sin embargo, los adultos tendrían que comer cantidades bastante grandes para sentir las consecuencias. La situación es diferente para los niños y las mascotas pequeñas como conejos, conejillos de indias, etc. Entonces pueden tener calambres estomacales y diarrea.
Flores lilas comestibles
A diferencia del resto de la planta, las flores lilas se consideran comestibles. Sin embargo, esto es solo parcialmente cierto: las flores no deben comerse crudas, por ejemplo, como decoración de ensaladas o como flores confitadas, sino solo como jarabe de flor de lila cocido. Como este se calienta durante un período de unos 20 minutos, las toxinas que contiene se destruyen y puedes disfrutar el jarabe en té o similar. Una mera infusión de flores de lila, por ejemplo, como un té, debe disfrutarse con precaución, las personas sensibles pueden reaccionar con calambres.
Las bayas lilas no provienen de las lilas.
En el norte de Alemania en particular, a menudo encontrará té de saúco o jugo de saúco en el supermercado, que se anuncia como particularmente saludable. Sin embargo, estos no son los frutos de la lila común, sino las bayas del saúco negro.
consejos
Las personas alérgicas a las fragancias también deben tener cuidado: los aceites esenciales contenidos en las lilas no solo pueden causar dolores de cabeza, sino también dificultades para respirar.