Hay mucha bondad en los guisantes para perros. Su amigo de cuatro patas se beneficiará en particular del alto contenido de proteínas. Cabe recordar que este valioso nutriente suele estar asociado a los oligosacáridos. Cuando se comen crudos, provocan problemas digestivos como diarrea y flatulencia.

Mientras los guisantes solo se les den a los perros cocidos, no hay razón para preocuparse. Una proporción del 5 al 10 por ciento de guisantes cocidos en la ración diaria de alimento es inofensiva. De todos modos, las porciones más grandes no atraerían a los gourmets.
La afirmación de que los guisantes son venenosos para los perros pertenece al ámbito de las fábulas. Los guisantes no contienen la peligrosa fase que se encuentra en los frijoles crudos.