Como han descubierto la Universidad de Zúrich y otros institutos de investigación, el ajo tiene un efecto positivo en los perros. Como aditivo para piensos, la hierba medicinal alivia las molestas molestias de la vejez y promueve la vitalidad general.

Por lo tanto, el ajo que ha cultivado usted mismo puede usarse como un suplemento dietético sensato. Si quiere hacer algo bueno por su amigo de cuatro patas, debe usar preferiblemente una de las variedades de ajo más suaves como aditivo para alimentos.
Tóxico en altas concentraciones
En cuanto a la dosificación, el ajo fresco o seco es tóxico a partir de una dosis diaria de 4 gramos por kilogramo de peso corporal. No se basa en un día, sino que se acumula durante 7 días.
Un perro de 25 libras tendría que comer un total de 50 dientes de ajo en una semana para sufrir daños. Estos valores utópicos no necesitan mayor explicación.