- El procedimiento para establecer esquejes.
- Paso 1: Cortar y colocar los esquejes
- Paso 2: Manténgase húmedo y tibio, y espere
- Paso 3: endurecer y trasplantar
La propagación por esquejes es un método común para muchas plantas en maceta. Las buganvillas también se pueden reproducir de esta manera. No es fácil, pero le explicaremos cómo puede hacerlo.

El procedimiento para establecer esquejes.
En principio, la propagación de esquejes con la buganvilla funciona como con otras plantas cultivadas: se corta un brote y se coloca en una maceta para su propio enraizamiento. Sin embargo, esto no funciona tan fácilmente con las buganvillas. Sobre todo, sus esquejes necesitan mucho calor del suelo, durante un largo período de tiempo. Por lo tanto, se requiere equipo apropiado y también algo de resistencia.
Principio básico de la propagación de esquejes de buganvillas:
- Corta los esquejes y déjalos enraizar en la bandeja de semillas.
- Requisitos para el enraizamiento: mucho calor y tiempo
Paso 1: Cortar y colocar los esquejes
Para el corte, seleccione un brote maduro pero aún no lignificado de unos 30 cm de longitud entre principios de primavera y mediados de verano. Colócalo en una maceta o en un lecho de cultivo que ofrezca una mayor calidez del suelo. El esqueje de buganvilla necesita entre 30 y 35 °C para enraizar. Por lo tanto, la calefacción por suelo radiante es casi indispensable.
polvo de enraizamiento
Para inducir el enraizamiento, también es muy útil un polvo de enraizamiento hormonal. Simplemente añádelo al sustrato.
crear microclima
Un microclima cálido y húmedo también es beneficioso para su desarrollo, por lo que lo ideal es colocarlo en un mini invernadero. Si no tienes uno disponible, puedes cubrirlo con papel aluminio.
Paso 2: Manténgase húmedo y tibio, y espere
Necesita mucha paciencia para enraizar, puede llevar varios meses. Durante este tiempo, debe mantener continuamente el clima cálido y protegido del suelo, por lo que es importante mantenerse concentrado aquí.
Paso 3: endurecer y trasplantar
Si finalmente el enraizamiento es exitoso, debes preparar el esqueje para una vida independiente lo antes posible. Eso significa endurecerlo poco a poco. Comienza a exponerlo a mayores fluctuaciones de luz y sombra, y también a mayores diferencias de temperatura. Sin embargo, no proceda con demasiada dureza, sino que aumente gradualmente los nuevos desafíos. Cuando sientas que el esqueje ha crecido lo suficientemente fuerte, transplántalo a su propia maceta. Aquí ahora puede seguir prosperando.