Una comida equilibrada para gatos se compone únicamente de una pequeña proporción de frutas y verduras. Sin embargo, si la dieta se basa únicamente en la carne, hay una falta de fibra dietética. Dado que un gato nunca mordisquearía una zanahoria como un perro, por ejemplo, se requieren alternativas.

La calabaza de cosecha propia es la candidata ideal para proporcionar al gato vitaminas, minerales y fibra. Además, la pata de terciopelo absorbe el valioso betacaroteno para que pueda ver aún mejor.

Solo la pulpa de algunas calabazas ornamentales contiene curcubatina dañina. Como proverbial aficionado a la comida, su gato se alejaría con extremo disgusto ante el sabor amargo.

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