Las hojas y semillas de altramuces en el jardín o en macetas contienen alcaloides que son tóxicos para humanos, mascotas, caballos y ovejas. Por lo tanto, es mejor no plantar altramuces si los niños y los perros están a menudo en el jardín.

Las semillas en particular son venenosas.

Ni las hojas ni las semillas de los altramuces ornamentales pueden penetrar en el organismo humano o animal. Solo los animales salvajes toleran los alcaloides del lupino y no presentan ningún síntoma de intoxicación tras su consumo.

Se desconoce la cantidad exacta a la que se manifiesta el efecto tóxico. Sin embargo, se puede suponer que incluso el consumo de una cápsula desencadenará síntomas considerables.

Esto hace que el envenenamiento por lupinos sea notable.

  • inquietud
  • palidez
  • sudor
  • Vómito
  • dificultad para respirar
  • paro cardiaco

Si accidentalmente se ingirieron partes del lupino, la persona afectada debe beber mucha agua. Si se ha consumido una vaina entera o más, se requiere atención médica.

El médico se asegura de que el veneno salga del cuerpo y también administra tabletas de carbón para unir los contaminantes. Si las víctimas son mascotas, se debe contactar de inmediato al veterinario de turno.

Si existe alguna sospecha de que se han ingerido partes de altramuces, los familiares deben comunicarse con uno de los centros de control de intoxicaciones.

No dejes que las semillas maduren.

El mayor peligro proviene de las vainas de las semillas, que tienen un efecto fascinante en los niños en particular.

Por lo tanto, siempre corte inmediatamente las inflorescencias marchitas para que las vainas no puedan desarrollarse en primer lugar.

consejos y trucos

El lupino dulce, que se cultiva como alimento proteico, no es venenoso a diferencia del lupino ornamental. El mejoramiento ha reducido el contenido de alcaloides a un nivel inofensivo.

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