El tronco, las ramas y las ramitas de un cerezo están protegidos del exterior por la corteza. A menudo, la corteza está infectada por hongos o bacterias. Mantener sana la corteza de un cerezo es importante para el árbol saludable.

La corteza sana
En la estación fría, un cerezo se puede reconocer desde lejos por su corteza. La corteza saludable del cerezo es suave y brillante, de color verde en las ramitas jóvenes, de gris a marrón rojizo en las ramitas más viejas y contiene rayas horizontales de color óxido. El término "corteza" generalmente se equipara con el término "corteza". La corteza, sin embargo, es solo la parte exterior negruzca de la corteza, que se separa gradualmente del tronco como un anillo. Por lo tanto, se conoce como "Ringelbarke".
La corteza enferma
Las enfermedades de los cerezos suelen ser infecciones fúngicas que afectan a la corteza. En el caso del cancro de los árboles frutales, las áreas afectadas se secan, la corteza se agrieta y se forman crecimientos de tejido en las grietas. La enfermedad de Valsa se manifiesta en el hecho de que la superficie de la corteza se llena de verrugas, se decolora, se hunde y rezuma flujo de goma. Las áreas afectadas deben ser removidas y destruidas.
La corteza herida
Para mantener la corteza sana, se deben evitar daños en la medida de lo posible. Si no se pueden evitar los cortes, p. B. al injertar o injertar, así como a la poda anual, es importante un buen cuidado de la herida. Los cortes deben hacerse siempre con un cuchillo bien afilado.
consejos y trucos
Las heridas de la corteza se cierran con el llamado tejido calloso, que favorece la cicatrización de la herida. Dependiendo del tamaño de la herida, las cicatrices resultantes permanecen visibles durante algunos años.