Los bonsáis diminutos pero maravillosamente diseñados fascinan a muchas personas. Sin embargo, un bonsái no es solo un árbol pequeño, necesita un cuidado especial para que se vea así. Los limones también se pueden entrenar para que sean bonsáis, pero necesitan mucha sensibilidad y cuidados intensivos.

Entrenamiento de bonsáis
Para entrenar un limonero como bonsái, debe tener dos o tres años si es posible. Lo mejor para los principiantes es comprar un árbol en un distribuidor especializado o en un centro de jardinería, porque cultivar un bonsái de limonero a partir de una plántula es una tarea complicada que requiere mucha paciencia. Para que el bonsái se convierta en un bonsái, debe podarse, tanto por arriba como por abajo. Como regla general, el cepellón debe reducirse a solo un tercio de su volumen, y en particular se debe eliminar la raíz principal. Como resultado, las raíces se ramifican y se ensanchan; después de todo, el bonsái algún día debería caber en las macetas típicas. Pero antes de comenzar a podar, debe pensar en la forma futura de su nuevo bonsái.
corte basico
El corte básico también se conoce como corte de mantenimiento. Todos los brotes que no encajan en la forma deseada se eliminan o acortan. Al igual que el topiario del limonero convencional, la poda básica se realiza mejor en otoño.
corte de hoja
Al podar, en cambio, se cortan todas las hojas del árbol. Esto tiene como objetivo alentar al limonero a ramificarse más finamente, y los nuevos brotes generalmente desarrollan hojas más pequeñas. Los limones toleran bastante bien un corte tan radical y vuelven a brotar rápidamente.
alambrado
El bonsái de limonero solo adquiere su forma real a través del cableado. Alambres especiales (generalmente de aluminio) se enrollan en espiral alrededor del tronco o los brotes y luego se doblan en la dirección de crecimiento deseada. De esta forma, el artista del bonsái se asegura de que el árbol realmente crezca según lo planeado.
El cuidado del bonsái
Incluso un limonero normal en una maceta exige bastante al propietario en términos de cuidado, pero un bonsái es aún más difícil. Los bonsáis se encuentran mayoritariamente en macetas planas con poco sustrato para que las raíces (y por tanto todo el árbol) no crezcan tanto. Un bonsái de limón necesita ser fertilizado con mucha más frecuencia que un limonero normal, aunque la cantidad correcta es importante. Un exceso de nutrientes conduce a la salinización del suelo. Los errores al regar también se notan rápidamente debido al pequeño volumen de suelo. En particular, demasiada agua conduce rápidamente a la acumulación de agua y, por lo tanto, a la pudrición de la raíz; por lo tanto, el intervalo de riego y la cantidad deben ajustarse con precisión.
consejos y trucos
Un bonsái de limonero debe ser mucho más brillante de lo que ya requiere un limón normal. De lo contrario, se forman brotes largos y delgados, que no se lignifican adecuadamente e imposibilitan un hermoso diseño.