Las anémonas de otoño, como todas las variedades de anémonas, son ligeramente venenosas. Pertenecen a la familia de los ranúnculos, cuya savia es nociva tanto externa como internamente. Por lo tanto, evite el contacto con anémonas frescas cuando las cuide usando guantes.

Dermatitis ranunculus y parálisis nerviosas
La protoanemonina contenida en la savia de la planta perenne provoca inflamación y eccema en la piel. Ingerida, la toxina conduce a la parálisis nerviosa. Los síntomas de intoxicación pueden ser:
- ampollas en la piel
- Inflamación de la piel (dermatitis ranunculus)
- náusea
- Vómito
- Diarrea
- signos de parálisis
Con las anémonas de otoño secas, ya no hay riesgo de intoxicación porque la protoanemonina se convierte en anemonina no tóxica.
consejos y trucos
La proteanemonina también es tóxica para las mascotas. Incluso el ganado puede enfermarse si el alimento contiene partes de anémonas frescas de otoño. Por lo tanto, solo plante Anemone hupehensis donde los niños pequeños y los animales no tengan acceso a la planta perenne.