Los chalotes tardan entre 90 y 120 días en madurar. Una vez que han alcanzado el tamaño deseado y el follaje comienza a marchitarse, puede comenzar la cosecha. Un día cálido y seco es particularmente adecuado para esto.

El tiempo de cosecha adecuado
En agosto, las hojas de la chalota comienzan a marchitarse. Los brotes verdes pierden su color fresco, se vuelven amarillos y se secan. La chalota ya ha terminado de madurar y se puede sacar de la tierra. Un signo seguro de madurez es revisar el cuello de la cebolla. Si la chalota se puede apretar muy fácilmente con el pulgar y el índice, está madura.
Pasando por encima del follaje
Una medida que todavía se lleva a cabo a menudo hoy en día es el paso por encima de las hojas de cebolla. Se supone que esto acelera el proceso de maduración. Sin embargo, lo contrario es el caso. Los chalotes no maduran cuando se les da la vuelta y su vida útil se ve afectada negativamente.
La única acción necesaria es la eliminación de los brotes, que ocasionalmente pueden desarrollarse. Las bases de las flores deben eliminarse, de lo contrario, la planta pondrá su energía en la flor en lugar del bulbo.
La cosecha
Una vez que las hojas de la cebolla se hayan marchitado, puede comenzar la cosecha. Elija un día seco y soleado y saque las chalotas del suelo seco por las hojas. Aunque las cebollas están relativamente secas, necesitan algo de tiempo para terminar de secarse. Para hacer esto, siempre se atan varias plantas y se cuelgan en un lugar aireado y seco.
Incluso si el clima es fresco y húmedo, los chalotes deben retirarse del suelo, de lo contrario comenzarán a pudrirse. Si los bulbos están húmedos cuando se cosechan, se debe sacudir la mayor cantidad de tierra posible. El secado final suele tardar un poco más.
almacenamiento
Los chalotes recién cosechados se atan en varias plantas y se cuelgan para que se sequen en un lugar seco y ventilado. Después de unos días, las cebollas están tan secas que las hojas y la piel crujen. Ahora se pueden quitar y almacenar.
Para ello, se sacude el exceso de tierra y se cortan las hojas secas hasta unos 5 cm por encima del bulbo. El cuello de la cebolla, que se mantiene erguido, evita la aparición de pudriciones de la cabeza durante el almacenamiento, que destruyen completamente la cebolla.