Un césped verde y saludable es el orgullo y la alegría del propietario. Se requiere mucho cuidado para garantizar que el área verde realmente desarrolle un verde exuberante, saludable y resistente como se desea. Especialmente en la fase de germinación después de sembrar la semilla del césped, pueden surgir problemas si las semillas no reciben suficiente humedad. El riego regular es inmensamente importante.

El césped recién sembrado no debe secarse

La semilla de césped necesita mucha humedad.

Para que el césped esté lo suficientemente regado y germine uniformemente, debe preparar bien la tierra, suministrarle un abono que contenga fósforo y, sobre todo, humedecerla bien. Luego, las semillas se aplican y se distribuyen cuidadosamente con un rastrillo de jardín. La humedad debe tener unos cuatro o cinco centímetros de profundidad, lo que puedes verificar fácilmente con una prueba con el dedo. El suelo debe permanecer uniformemente húmedo (¡pero no mojado!) hasta el primer corte, por lo que debe regarse varias veces al día durante los períodos secos. Si, por otro lado, el suelo se seca demasiado, las semillas mueren y ya no son germinables, entonces el área tendría que ser sembrada nuevamente.

Cómo regar adecuadamente las semillas de césped después de sembrar

Incluso si las semillas han germinado con éxito y los tallos ya sobresalen del suelo, riegue el césped todos los días, a menos que llueva adecuadamente. Solo cambie este ritmo a una o dos veces por semana cuando los tallos hayan crecido unos diez centímetros de alto y se hayan cortado por primera vez. La razón de esto es la formación de raíces: al comienzo del desarrollo del césped, las plantas jóvenes aún dependen de un suministro de agua inmediato porque las raíces aún no son lo suficientemente profundas. Sin embargo, desde el primer corte, debe comenzar a "educar" su césped. Para hacer esto, haga una transición gradual a un intervalo de riego menos frecuente pero generalizado. Esto obliga a las raíces a profundizar en el suelo y no solo debajo de la superficie.

consejos

Si es posible, el césped siempre debe colocarse en otoño, cuando el suelo aún está caliente y las precipitaciones otoñales aportan la humedad necesaria. En primavera, por otro lado, hace demasiado frío o demasiado seco, por lo que debe esforzarse más para que su césped crezca con éxito.

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