- Preste atención a las condiciones de iluminación adecuadas
- A los dragones les gusta bastante húmedo
- Cuidado con los lugares con corrientes de aire
Dado que el drago no es resistente al aire libre en este país, la búsqueda de sitios de cultivo adecuados generalmente se limita a las habitaciones dentro de la casa. Aunque se considera que los diferentes tipos de drago son relativamente fáciles de cuidar, debe ser un poco selectivo al elegir la ubicación.

Preste atención a las condiciones de iluminación adecuadas
En la naturaleza, el drago suele prosperar en paisajes bañados por el sol, como las Islas Canarias. Sin embargo, la mayoría de las variedades de drago son bastante sensibles a la luz solar directa excesiva. Por lo tanto, no debe colocar el drago directamente frente a una ventana orientada al sur. Por otro lado, las ventanas orientadas al este, oeste o norte son más adecuadas. También puedes proteger al drago del sol del mediodía con una cortina para evitar que las hojas se caigan. Si la ubicación es más oscura que semisombra, las plantas se estirarán hacia la luz a medida que crecen, por lo que puede ser necesario podar para limitar el tamaño.
A los dragones les gusta bastante húmedo
Los dragones suelen dejar caer sus hojas o incluso morir donde el aire es muy seco. Es por eso que los árboles de dragón no deben colocarse en el alféizar de la ventana o justo al lado de un radiador. Si la humedad alta no ocurre por sí sola, como es el caso en el baño, por ejemplo, las siguientes medidas pueden ser útiles:
- rociado regular de las hojas con agua
- la instalación de humidificadores especiales
- secar la ropa al aire en la habitación con los dragones
Cuidado con los lugares con corrientes de aire
Las corrientes de aire no toleran muy bien los dragones, por lo que las escaleras generalmente no son adecuadas para estas plantas de interior. Cuando se mude al balcón en verano, también debe prestar atención a un lugar que esté protegido de las corrientes de aire.
consejos
Los dragones con hojas "variegadas" o más bien rojizas generalmente toleran más la luz solar directa que los especímenes con hojas claramente verdes.