El famoso médico y místico Paracelso ya sabía que muchas sustancias en la naturaleza pueden actuar tanto como remedio como veneno. Con la celidonia, no solo cuenta la dosis, sino también la importante diferencia entre el uso interno y externo.

La celidonia contiene componentes tóxicos

Encontrar celidonia en la naturaleza

La celidonia mayor se encuentra principalmente en Europa, pero dado que los colonos la extendieron, también es originaria de muchos lugares de América del Norte. En la naturaleza, se encuentra principalmente en lugares que tienen suelos ricos en nitrógeno y que no son demasiado secos. Este puede ser el caso en terrenos pedregosos en barbecho, a lo largo de las orillas del agua o en bosques caducifolios dispersos. Las hojas pinnadas con el envés velloso y la disposición alterna tienen una forma relativamente característica, pero la celidonia es más fácil de detectar durante el período de floración gracias a sus flores de color amarillo brillante. Cuando rompes un tallo de celidonia, la savia de la planta de color amarillento es inmediatamente visible.

Uso como medicina natural.

El uso interno de preparaciones a base de celidonia debe (en todo caso) hacerse solo por consejo médico, ya que los ingredientes pueden tener un efecto tóxico. Por otro lado, el uso externo del jugo lechoso realmente venenoso es relativamente inofensivo si las verrugas se frotan cuidadosamente con él para el tratamiento. También hay varios tés y tinturas en el mercado, tenga en cuenta la dosis exacta y las instrucciones de ingesta para estos.

Los efectos venenosos de la celidonia

Además de varios otros ingredientes activos, todas las partes de la celidonia y especialmente la raíz contienen alcaloides, que en casos extremos pueden incluso provocar la muerte por insuficiencia circulatoria después de la ingestión. Estos alcaloides contenidos en la celidonia pueden hacerte dependiente mental y físicamente:

  • quelidonina
  • coptisina
  • sanguíneo

consejos

Como muchas otras plantas medicinales y venenosas, la celidonia en el jardín no suele suponer un riesgo importante para la salud si se utiliza de forma informada y atenta. Las personas sensibles deben usar guantes para protegerse contra la irritación de la piel durante el cuidado.

Categoría: